El periodo de inscripción en instituciones educativas está a punto de comenzar en todas las regiones autónomas. Después de que la mayoría de los colegios y guarderías hayan concluido sus jornadas de puertas abiertas, comienza una de las fases más desafiantes para muchos familias que buscan matricular a sus hijos o cambiarlos de centro y es el momento de reflexionar para tomar la mejor decisión, lo cual puede generar ansiedad o estrés en algunas de ellas. Aquí te damos las claves desde la mirada de la pedagogía sistémica para hacer la mejor elección.
Claves para elegir el mejor colegio
El mejor colegio es el que escogen los padres y madres
Clave
Sabemos que a veces es difícil tomar la decisión acerca de colegio de nuestros hijos. Cuando en la pareja tenemos ideas diferentes sobre nuestras prioridades, puede costarnos llegar a un acuerdo. Esto se acentúa aún más en las familias cuyos progenitores se encuentran separados o divorciados. Sin embargo, el acordar el tipo de colegio y la educación que desean ambos es imprescindible para que los niños y niñas puedan sentirse con la libertad de aprender en el colegio. En otras palabras, podemos decir que si se encuentra un punto en común y que los dos están de acuerdo con la elección, se tiene ganado el 80% del camino. De otro modo, supongamos que la madre escoge un colegio católico, y su padre es ateo; para el pequeño será muy difícil estar en el colegio, ya que sentirá que traiciona a su padre; y viceversa. Por eso la mejor solución es llegar a un acuerdo entre ambos progenitores. Como ejercicio se puede hacer una lista con cada uno de los puntos esenciales que debería tener el colegio y de ellos ver cuáles son no negociables y los que pueden acomodarse según cada situación. Lo importante es mirar de forma conjunta a la solución para lograr llegar a acuerdos satisfactorios y compromisos comunes.
El proyecto educativo de la institución
Clave
Preguntar por él es poco frecuente entre los padres o madres y, en ocasiones, no se expone en su totalidad en las jornadas de puertas abiertas. Sin embargo, este es el punto principal, ya que es bueno que exista una similitud de intereses entre el proyecto de la escuela y lo que busca la familia en la educación de sus hijos. Así mismo, el tipo de centro y su perfil educativo constituyen otros de los aspectos esenciales en la elección, por el hecho de que una metodología educativa u otra tendrá un impacto crucial en el proceso de aprendizaje. Es importante comprender cómo enseñan, si lo hacen de manera cognitiva o a través de la práctica, como el aprendizaje basado en proyectos o ABP, por ejemplo. Además, es relevante examinar cómo se integra la educación emocional en el plan de estudios y cómo se aborda con el alumnado. Lo fundamental aquí es saber cuál es la misión, visión y valores, el plan de crecimiento, rotación de docentes, etc., del centro. Resulta esencial que los principios y valores de la familia estén en sintonía con los de la escuela. Igual que en el punto anterior, si esto difiere mucho, al alumno le costará encontrarse bien y, por lo tanto, este será un factor que dificultará su aprendizaje.
El bienestar de la familia
Clave
Un aspecto básico en la elección del colegio es el bienestar familiar durante la escolarización. Un excelente colegio que está al otro extremo de la ciudad puede ser muy estresante y esto pude llegar a generar dificultades en la logística y esfuerzos adicionales que se van a sostener durante mucho tiempo y pueden llegar a generar dificultades. En ese sentido, un factor que ayuda mucho es la proximidad al domicilio familiar o la existencia de un buen servicio de transporte en su defecto. Así mismo, sucede algo similar en términos de tensión y estrés la elección de un centro educativo que supere los estándares económicos de la familia y que suponga un esfuerzo extra, en este caso a los hijos les supone una carga adicional que, de nuevo, se verá reflejada en su aprendizaje. Ya que esto puede ser difícil de sostener en el medio y largo plazo para los padres y madres y puede llegar a convertirse en una fuente de conflictos y malestar. Además, resulta más complicado para sus hijos o hijas encontrarse bien en un lugar que causa un esfuerzo extra a la familia.
Confianza en el colegio
Clave
Una vez elegido el colegio, es fundamental confiar en que la institución en su conjunto hace lo mejor posible para la educación de nuestros hijos e hijas. La frase para nuestros hijos es: «tu colegio es el mejor para nosotros y para ti«. Esto ayuda a que tengan el permiso de tomar todo lo que el colegio les ofrece y así lo sientan durante el tiempo que están en la institución. Y que los retos y las dificultades que surjan en el camino, podrán resolverse de la manera más adecuada. Confiar en los docentes es crucial y que hacen lo mejor que pueden en el contexto del aula. Aunque sea algo que tratamos de evitar, si un centro no se ajustara a lo que nuestros hijos necesitan, siempre es posible buscar nuevas opciones. Existen otras alternativas y, en ese caso, desde la mirada sistémica se recomienda cuidar las despedidas para irse de la mejor forma del centro anterior.
Participación activa de las familias
Clave
Por último, pero no menos importante, es fundamental seleccionar un colegio que fomente la participación activa de las familias en la vida escolar. La colaboración entre la escuela y las familias resulta esencial para el éxito educativo de los estudiantes, y desde la pedagogía sistémica se promueve una estrecha relación entre ambos ámbitos. Buscar un colegio que valore y procure la participación de las familias en actividades escolares, reuniones, proyectos educativos, etc., contribuirá a crear un ambiente de aprendizaje enriquecedor y colaborativo.
Y recuerda, siempre, hablar bien del colegio y de sus docentes a tus hijos e hijas. Una vez hecha la elección es imprescindible apoyar y hacer equipo en todo momento.
-¿Tienes alguna duda o comentario? Te leo…
