Angélica Olvera y Sieglinde Schneider
Un nuevo enfoque de abordaje sistémico de las dificultades del proceso de enseñanza-aprendizaje.
Los conflictos de los alumnos en la escuela como una expresión de amor a su familia
La experiencia docente en la actualidad como en el pasado, ha dado luz a una enorme diversidad de teorías sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje, todavía hoy los maestros frente al grupo, en el salón de clases nos seguimos preguntando ¿por qué el alumno no aprende? ¿Por que no pone atención? ¿Porqué no tiene interés en la escuela, si por otro lado vemos que su potencial para aprender es normal o en algunos casos puede considerase que iría mas allá de lo normal? En mi experiencia de más de treinta años de docente, cada vez que comienza un año escolar sé que me seguiré haciendo estas preguntas y que solo algunas veces entenderé que sucede con el alumno.
Todo hijo actúa por amor
En el libro editado en alemán con el titulo “Todo niño actúa por amor” una de las autoras Sieglinde Schneider trabaja con una orientación que cambia radicalmente la postura que solemos adjudicar al alumno, donde los maestros, la mayor parte del tiempo nos sentimos o que ellos son victimas o nosotros. “En esta nueva orientación: el niño no es la victima aún en sus acciones destructivas, es una persona que actúa desde el amor. En su conducta problemática se demuestra que tanto el niño como sus padres están atados a un destino común de familia y del clan. La conducta del niño hace resaltar algo que estaba escondido y sin solución. Con la miradapuesta en los enredos del destino de esta familia se va adquiriendo el respeto que faltaba.”
La autora dirige la mirada a otra arista del problema. Así el maestro frente al alumno sabría que esta frente al alumno y frente a su familia. Los maestros ante esto nos volvemos más humildes en nuestras aspiraciones. Pues podemos captar que delante de nosotros hay todo un sistema familiar interactuando, con movimientos amorosos que fluyen detrás de todos los actos que parecen conflictivos ante nuestros ojos. Entonces sabremos que “aún hay más”, que no sólo hay fallas en el proceso de enseñanza aprendizaje, sino que observamos que los hijos junto con los padres tienen dinámicas familiares ocultas que influyen en su proceso educativo.
Cuando veo a mis alumnos con su atención en otro lado que no es la escuela, me pregunto ¿a donde se dirige esta atención?, me pregunto desde el fondo de su alma lo que para él o ella es desuma importancia, si todo niño actúa por amor ¿a donde se dirige este amor?. Mi experiencia con el síndrome se atención dispersa es que esta dispersión puede
deberse a una concentración en otro lado.
Un día vino a la escuela una madre cuyo hijo, tenía de primer diagnostico síndrome de atención dispersa, y yo le pregunte si en casa era tan inquieto y tan disperso como se mostraba en le salón de clase. Y ella me dijo si, no nos pone atención a ninguno de los miembros de la familia. Llega de la escuela, come y en seguida se pone a jugar con sus video-juegos. No sale a jugar con sus amigos, no logro que se ponga a hacer sus tareas y todo la tarde se queda sentado o con los video-juegos o frente al televisor. Le conteste que se me hacia una actitud muy extraña ya que durante el periodo de clases ninguno de los maestros que interactuaban con el lograba que se quedara quieto, ni por un momento. No solo la orientadora hablaba de que no atendía a sus maestros sino que su actitud era hiperkinética.
Así que la explicación de la conducta que tenía su hijo por la tarde, en casa, era totalmente opuesta a la que mostraba por la mañana en la escuela. En esa ocasión le pedí a la madre que juntas hiciéramos una visualización, que cerráramos los ojos y que nos imagináramos al niño toda la tarde sentado sin moverse de casa y que nos preguntáramos ¿a quien cuidaba? ¿Dónde estaba su amor? Y con su amor, su atención. Cuando abrimos los ojos ella estaba llorando y me contesto: creo que me cuida a mi. Pues hace seis meses tuve mi segundo intento de suicidio. Yo le pregunte que me dijera para su hijo que es lo más importante, ¿la escuela o que ella se muera? y que su hijo lo estaba haciendo muy bien, pues si seguía con esa conducta y su bajo rendimiento académico ya no podría permanecer en la escuela y entonces así el tendría todo el día para cuidar de que ella no se suicidase. Así su hijo mostraba el gran amor que le tenía. Y le pregunte ¿cómo una madre puede mostrar el gran amor que le tenemos al hijo?, ¿Viviendo o suicidándose? Así la madre dijo mi padre se suicidó y le pregunte a donde estaba su atención y ella me contestó: todo el tiempo me estoy preguntando por que lo hizo y no se quedo para cuidarnos. Entonces ahora tu hijo que crees que se pregunta todo el tiempo. Y me contesto -lo mismo que yo- él se preguntara; por qué quiero suicidarme y no me quedo para cuidarlos.
Entonces le pregunte si estaba dispuesta a constelar a su familia y me dijo que si. Ese fue el inicio de un proceso para mirar a la solución que en este caso iba mas allá de las fallas que podríamos tener en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Una parte de la solución en este caso fue que la madre mirara con amor y dignidad el proceso de su propio padre, para que ella pudiera quedarse en la vida y seguir cuidando a sus hijos. La solución se concreto en la frase: “Me quedo con ustedes.” El chico se cambió de escuela y en un ambiente nuevo académicamente y con la seguridad que le daba su madre de estar ahí, quedándose, pudo completar ese año escolar y lograr éxito en la escuela.
¿Qué son las constelaciones familiares?
Las Constelaciones Familiares descubren la dinámica profunda que hay detrás de un conflicto. La constelación lo trae a la luz y muestra donde es el punto en el que el niño ama y donde este amor esta bloqueado, produciendo así el conflicto.
Los padres no sólo reciben otra visión del niño y de su conducta, sino que a través de la experiencia, advierten como están ligados a su propia familia. Además de darles una mayor visión de sí mismos y de su familia.
Las preguntas que como docente nos podemos hacer ante las dinámicas familiares de nuestros alumnos serian hasta donde intervengo yo como maestro, ¿cómo puedo tener una visión más amplia del conflicto? ¿hasta donde la solución a los problemas de aprendizaje están centrados en el estilo de aprender, o cómo yo como maestro, facilito el aprendizaje de los contenidos? ¿o si hay algo más allá de nuestra interacción con el alumno que sin la ayuda de los padres no podríamos resolver para el bien de nuestros alumnos…..sus hijos?
Muy a menudo desde mi experiencia, el espacio de solución se ve ocupado por reproches y culpas, nosotros culpamos a los padres de los problemas familiares y ellos llenan de reproches nuestra tarea docente. Así ni ellos como padres, ni nosotros como maestros miramos a la solución, ninguno tampoco miramos lo que la conducta del alumno nos esta diciendo. Esto es lo que se hace en el trabajo con constelaciones familiares ver el conflicto desde un punto de vista sistémico donde la solución principalmente tiene que ver con la alianza que se genera entre los padres y la escuela. Así la visión de la pedagogía en este siglo es una VISIÓN SISTEMICA.
Esta visión sistémica de la pedagogía esta inspirada en el trabajo fenomenológico transgeneracional de Bert Hellinger.
Olvera García, Angélica; Schneider, Sieglinde (2004): “Los conflictos de los alumnos en la escuela como una expresión de amor a su familia”, en Revista Mexicana de Pedagogía, n.o 77, mayo- junio, pp. 10-12.